★★★★✩ Bueno, pues seguimos con mi obsesión semi-insana con Moderna. Creo que con este ya me pongo completamente al día con las reseñas de sus libros (Soy de Pueblo, Los Capullos no regalan flores y Cooltureta). Y Dios, sí que ha cambiado el estilo de reseña de entonces a ahora. Qué cortas y rápidas se me hacían, y ahora me cuestan un huevo y son eternas. Si es que voy a peor con los años.
Pero Moderna sigue siendo Moderna. Y sigo siendo fan de todo lo que hace a un nivel estúpidamente absurdo. Aunque voy a intentar ser objetivo sobre lo poco que tiene este de malo en vez de solo ponerme a cantar las cincuenta-mil-quintillones de cosas geniales. Pero tampoco puedo callármelas que si no reviento.
Si conoceis a la autora sabeis un poco de qué va el tema. Chica de pueblo (cada vez menos) en la gran ciudad y las amigas y desventuras que se encuentra por el camino. Si no la conoces, pero debajo de la piedra en la que vives hay Wi-Fi, puedes pasarte por su página web/Instagram y hacerte una idea del estilo de historias que cuenta. En los tres anteriores exploramos partes diferentes de la ciudad, pero quitando el primero todo iba un poco en paralelo. Parecían más una serie de sketches que una historia con continuidad. No me lo tomeis a mal, a mi me gustaba. Era bueno para unas cosas —más independencia a la hora de contar cada historia por separado, simplifica el proceso al no necesitar hilar las historias de forma férrea—, y malo para otras, como que pierde una posible dimensión de profundidad en lo que a narratividad se refiere. Pero las novelas gráficas eran cortas y entonces también necesitaba que todo avanzase cagando leches si quería contar X cosas, o pasar por Z situaciones antes de que se le acabase el papel.
Y ahora empezamos con la primera cosa maravillosa de Idiotizadas; es ENORME. ¿Cómo de enorme? Me encantaría tener conmigo todos los anteriores para ponerlos lado a lado y que la diferencia se viese a simple vista, y a lo mejor es que recuerdo los otros más cortos, pero es que la cantidad de tramas que hay en este es enorme. Vale, hace un poco de trampa con la estructura; historia principal continua-interrumpida con flashback no-Disney, pero a cambio se te hace un libro mucho más completo y le permite a la autora explorar muchas más tramas. Es decir, es una evolución de sus sistema narrativo anterior y funciona genial.
Sinceramente, yo pensaba que simplemente iba a ser una recopilación de las historias de ellas. Es decir, como si estuviesen todas en una terraza con sus gin tonics y a cada una le toca el turno de contar su parte y lo hace representando a una princesa Disney clásica diferente. Y me hubiese válido. Me hubiese encantado y me lo hubiese pasado teta; de ahí que este extra que me aporta la historia subyacente me guste tantísimo y no deje de hablar de él. Pero también es parte de lo malo que tiene el libro. Si bien la historia principal tiene un camino muy definido y está bien entrelazada con el tema principal del libro e incluso compro el desenlace... La forma de llegar a ese desenlace me parece algo pobre. Siento que tendría que haber pasado algo más con el novio de Moderna. Y no me refiero a que tuviese que tener más protagonismo, es un personaje terciario como mucho, me refiero al recurso que utilizan para cerrar el libro. Siento que ahí se pudiese haber explorado o innovado algo más.
¿Has acabado entonces con las cosas buenas, Alex? Oh, Dios no. Aún no me he metido con lo bien traídas que están todas las referencias. Una de las cosas que me gustan de la obra de Moderna es cómo utiliza elementos que para nosotros son cotidianos y hace que sean parte de su obra. Series de televisión o pelis intentan hacer lo mismo, pero a mí siempre me parece algo forzado o que está metido con calzador, o que no tenían ni idea de lo que era y lo metieron por meter. Pero ella lo hace con una naturalidad y con una facilidad que no puedo no mencionarlo. Estas referencias son parte de lo que hace que la obra de Moderna sea tan buscada y aceptada, ayuda a que te identifiques con los personajes. Y claro, aquí tenemos referencias por partida doble, porque también tenemos todas las que hace a Disney con la misma calidad; mi favorita, la del Bello y la Bestia.
Y aunque quiero acabar (Dios, qué largas me quedan cuando me gustan las cosas), no me sentiría cómodo sin mencionar el tema base del libro. Moderna siempre ha tratado ciertos temas del día a día que es necesario vocalizar. Pero solía hacerlo más en lo que subía a sus redes que a lo que publicaba en papel (que también lo hacía, pero solía ser un tema secundario/terciario en vez de primario). Y aquí tenemos todo lo contrario. Como pone en la portada este es un cuento para empoderhadas. Es tan sano y necesario leer libros así como el comer.
Joder, no, no voy a seguir más. Y eso que no me he metido a hablar de todos los geniales juegos de palabras, ni el sistema de organización de las viñetas por páginas, ni el estilo de dibujo ni...
Mira, creo que es mejor cerrar aquí. Que se me hace tarde y me empieza a pitar el reloj; tic-tac-tic-tac-tic-tac...
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