domingo, 10 de diciembre de 2017

Reseña: Reflejo de Gema Fernandez Rodríguez


Bueno, esto es difícil. Es difícil porque es una reseña que tengo que hacer con cuidado. Hay muchas cosas que quiero tocar. Y cuando conoces a la persona que la escribió pues intentas tener un poco más de cuidado en como dices ciertas cosas. Pero tampoco quieres ser más flojo que de costumbre y no transmitir lo que piensas del libro honestamente. La forma más segura que tengo de hacer esto es hablar de ciertos temas en general en vez de irme a momentos puntuales del libro.

Pero he tenido que tomar notas. Muchas. Hace años que no tomaba tantas notas con una reseña. Desde La curva de tu sonrisa y esa la tuve que quitar del blog. Pero en serio que he querido estar seguro de que no pasaba cosas por alto, y la única forma de estar seguro es meterle horas y currármelo. 
Normalmente cuando quiero hacer una reseña me leo el libro del tirón, durante un par de semanas me acuerdo de todo, o prácticamente todo, lo que quiero decir y la escribo. A veces la dejo reposar un día si es larga y punto.
Pero aquí me he leído el libro mientras llenaba PostIt tras PostIt. Empecé sobre la página 50 porque había demasiadas cosas que creía que quería incluir y sobre la 170 ya paré para poder leerme los últimos capítulos del tirón. 

En serio, no fueron pocos.
Y luego me volví a leer el libro y todas las notas. Y vi que hacer una reseña pasando punto por punto no iba a ayudar en nada. Y tampoco podía hacer mi típica reseña de Trama, Personajes, Worldbuilding y Narrativa, porque la mayor parte de eso casi no tiene impacto en mi opinión del libro. Quiero decir que son categorías infinitamente menos relevantes en lo que me llevó a formarme mi opinión. Así que he reunido la mayoría de las notas en algo parecido a unas categorías generales que es lo que creo que más apuntes han recibido. Van en un orden un poco al bulto, no por orden de importancia ni nada por el estilo.

Tema del libro 
Es un poco raro como título de sección. El tema de la novela es la trama, ¿no? Pero aquí la novela parece que quiere ser demasiadas cosas a la vez. Parece que su prioridad es ser una novela de fantasía. Tenemos Magia, y cosas sobrenaturales, y mitos y un mundo diferente al nuestro. Eso es la base de una novela de fantasía. Pero luego tiene trazas de Distopía: hay un Gobierno opresor y un Líder. Así, como lo digo, con mayúsculas. Pero no es Fantasía Urbana, ni siquiera un combo  raro Fantasía-SciFi (como Las Hijas de Tara, por ejemplo). Tira más por Fantasía-Distópica con subsubtema de crítica social. Y se hace todo un poco demasiado.

Es decir, cuando la novela está en pleno modo fantasía de arriba abajo y de repente el narrador se mete a hacer algo de crítica de mundo que sabes que realmente va dirigida al mundo real, lo único que consigue es sacarte de la escena. Y se pierde toda la tensión si la ha conseguido construir, tienes que volver a recuperar el ritmo, qué personajes aparecían, el escenario... Es una novela corta, 185 páginas. Y no digo que no se pueda hacer esa mezcla concreta (que seguro que ya se ha hecho por algún lado) pero en una novela de este tamaño... 

A ver si me explico un poco mejor. Cuando quieres hacer una mezcla de Fantasía con algo más yo lo veo como montarte un colacao. Tienes la leche (la Fantasía) y el Nesquick (el género con el que lo quieras mezclar) y si lo haces bien ni deja grumos ni nada, es homogéneo. Y cuanto más grande es el vaso de leche y más lo calientas más polvo le puedes echar. Pero aquí la sensación que da es que a un vaso de leche normal le ha echado un montón de polvo y además trozos de galleta. Entonces tú estás bebiendo tu vaso de leche con grumos y de repente te pasa un trozo de galleta. Que te suele gustar todo, pero es raro así de golpe.

Consistencia
Esta parte es rara. No sé cómo llamarla porque me refiero a muchas cosas que tienen un denominador común, pero que no son exactamente lo mismo. Supongo que podría entrar dentro de la categoría de Worldbuilding pero es más que eso.

El mundo, por ejemplo. En teoría es idéntico al nuestro. Hasta tienen ordenadores con Windows y actualizaciones interminables y la misma geografía. Pero han pasado de vivir en chabolas a ciudades en lo que se nos dice que es cuestión de siglos. Además si existe un Gobierno global tan tiránico, ¿cómo puede ser que justo naciese un tal Bill que justo se apellidase Gates y le diese por montar una máquina de unos y ceros a la que llama Windows por hacer la gracia? O que nuestro mundo sea exactamente igual sin que nadie sepa lo que son los lobos. No se nos explica cómo llegamos a ese punto. Es decir, sí, se cuenta un relato varias veces a lo largo de la historia pero es algo así como una alegoría más que nada. No da respuestas. 

Cuando lees fantasía firmas un contrato con el autor de que tú como el lector no vas a preguntar demasiado porque sabes que si lo haces vas a acabar con "es Magia" antes o después. Te pones tu sombrero de Suspensión de Incredulidad y continuas para disfrutar de la historia. No quieres ver al hombre detrás de la cortina. Pero el autor tampoco puede tomarse eso como un cheque en blanco. Tiene que dar alguna base, pero es menos para ti que para el libro en sí. Los personajes que viven ahí se tienen que hacer preguntas, aunque sean superficiales, de por qué las cosas son como son. No me voy a poner a explicar sistemas de magia blandos y estrictos porque eso ahora mismo no viene al caso. Pero en esta novela hay Magia. Literalmente Magia. Y nunca se nos explica el cómo, ni el porqué. Ni de donde viene ni qué limitaciones tiene. Es el equivalente a lo hizo un Mago

A veces el libro también se olvida un poco de si mismo. Es decir, se nos dice que la protagonista es la elegida pero que es parte de unos elegidos. Y es la primera y última mención que nos hace a esos. Vale, esta es una de esas cosas puntuales que no llevan a nada. Pero necesitaba un ejemplo. Tú lo que lees lo tienes que tomar como cierto. No puedes desconfiar del narrador excepto que sea un unreliable narrator y este no es el caso por mucho que tenga opinión a veces. Así que lo que te dicen es ley, Palabra de Dios. Para que se rompa eso tiene que haber una justificación de la leche y ahí el autor puede hacer unos giros buenísimos. Y esa justificación es imprescindible. Porque si no da la sensación de que es más olvido que otra cosa.

Comunicación con el lector
Esto está relacionado con lo anterior pero no es lo mismo. En una novela el narrador es quien te lleva de la mano. Quien te dice todo lo que pasa, la información que es relevante que sepas y te da pistas de la información que es importante que no sepas. Sin el narrador no hay nada. Si no te describe bien una escena de acción esta no tiene fuerza, o peor, sentido. Si no te describe el escenario, los personajes, el tiempo entre las acciones... todo se cae. Pero el narrador tiene límites. Hay barreras que no puede cruzar y cosas que no te puede decir. Y aquí pasa un poco de todo.

Básicamente mis problemas con el narrador son dos. El primero que omite muchas veces información vital: descripciones físicas de personajes, no te da nombres de quién habla hasta pasadas varias frases, no te pone en situación en los cambios de capítulos... Pero esto es facilmente arreglable. En cambio cuando se lía en lo que dice y tienes que leer el mismo párrafo varias veces para saber qué hombre-lobo le arranca la cabeza a cuál de un mordisco, y no solo eso sino que lo hace en forma humana porque no te ha dicho en ningún momento que ha cambiado de forma. Pero Alex, esta es otra de esas cosas puntuales. Bueno, sí y no, porque pasa más de una vez. Y me refiero exactamente a ese ejemplo que acabo de describir. Personas arrancándole la cabeza a lobos a mordiscos. Pero eso también es arreglable. Pero como lector te mata. 

Y luego está el otro problema que es cuando te dice de más. A veces el narrador deja de ser narrador y se convierte en personaje. Adquiere personalidad y hace juicios de valor. O te da información extra que los personajes no tienen. Se convierte en más que el mensajero y pasa a ser una herramienta para arreglar ciertos problemas o peor, meter un poco a la fuerza ciertos juicios de valor que así no se asignan a ningún personaje. Sinceramente el narrador es quien hace la mayor parte de la crítica social del libro. 

Pero hay algo que hace que es todavía más chirriante: cuando te da descripciones interiores de los personajes. Y no, no es justo lo contrario de lo que me quejaba antes. Yo estoy leyendo la novela. Y se me da una descripción inicial de A. Se me da una descripción física de A, y una breve descripción emocional en la que se me dice lo cobardica que es y a partir de ahí tengo que ser yo quien me forme mi opinión de A. Si no he visto a A hacer nada especialmente valiente pero en el segundo arco el narrador me dice: "y por eso A, tras todo lo que pasó y lo que hizo ahora tenía valor en su interior y..." pues se convierte en verdad. Haya pasado o no, yo no he visto que ha sucedido, pero en el momento en el que el narrador abre la boca es Palabra de Dios. Y tengo que aclarar que esto no es un ejemplo sacado del libro. Es decir, sí que pasa, pero no justo con un personaje que se vuelve valiente de la nada. 

¿Y por qué es esto tan malo para mí como lector? Al fin y al cabo no tiene por qué afectar a la historia y si no he estado pendiente de ese personaje puede ser verdad. O puede ser información que los personajes no tienen y que el autor quiere que yo tenga para que la historia sea más emocionante. Pero a mi me arranca del nivel de vista de los personajes. Me quita de vivirlo todo a su nivel y en su lugar me pone en un plano más alejado, más cercano al narrador, y eso hace que no solo sea más difícil empatizar con ellos, sino también temer por sus vidas, o alegrarme cuando todo sale bien. No me deja formarme mi propia opinión porque me impone la única verdad. Te elimina el último anhelo de inmersión para hacerte espectador absoluto. 




Y básicamente eso es lo que he sacado de la novela. Hay más cosas, pero si la leéis estoy seguro de que podrían englobarse en esas tres. O como mínimo ser un anexo a ellas.

Voy a intentar subir otras dos reseñas en Diciembre. Tengo demasiado pendiente y Noviembre con su NaNo me han dejado demasiado por detrás así que toca ponerme las pilas hasta Navidades. Creo que Mistborn y algo de ciencia ficción pueden ser buenos añadidos. Creo.

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