sábado, 20 de mayo de 2017

Reseña: Coraline de Neil Gaiman


★★★★★ Gaiman, mi Gaiman... Que a mi se me había prometido un libro para niños. Yo lo paso mal con este género no me puedes hacer esto. Pero tampoco me puedo enfadar contigo, no con lo bien que escribes, cabrón. 


No aguanto el género de terror. En serio, nada, 0% de tolerancia. Me da igual que o llames de susto, o psicológico o me digas "¡Pero si es solo sangre, que exagerado!". No puedo. Es algo que me supera. Sea en cine, series o literatura. No me gusta pasarlo mal. Ese subidón de adrenalina que tienen algunos cuando ven una peli de miedo y saltan en su asiento a mi no me viene. Lo que si se me revuelve por dentro es una sensación de que me voy a morir y de que eso me está pasando a mi y de irme de la sala o dejar de hacer lo que sea. No estoy exagerando en serio. La primer y última película de terror que intenté ver en mi vida fue La semilla del mal en 2009. Y duré 14 min. antes de tener que correr. Lo que se rieron de mi no tiene nombre y aún así no me arrepiento.



Pero uno escucha que esto es un libro infantil. Y me encanta Gaiman. Me costó pillarle el punto en American Gods, pero Stardust ya era mucho más de mi zona de confort y las similitudes de estilo (es decir, lo que viene siendo el autor mismo) empezaron a ser más claras y lo que leía me gustaba. Así que cuando Amazon (vicio compulsivo que ya roza lo crónico) me pone esta edición tan bonita delante y con ilustraciones y... Pues de perdidos al río, ¿no? 



Lo único que conocía de antemano de Coraline son unos fotogramas sueltos de mi hermana haciendo zapping unos años antes en la tele mientras decía que le gustaba mucho la pelicula y el capítulo que Gaiman mismo le dedica en The view from the cheap seats (audiolibro que algún día me acabaré). En él cuenta como fue el proceso de escritura y publicación del libro y es una anécdota curiosa y preciosa y no, no la voy a contar aquí. Esa es otra historia y os la cuenta Gaiman en la ocasión que queráis en su audiolibro.



Entiendo que Coraline se coloque en las estanterías de novela infantil/juvenil. Pero a mi me acojonó. Bastante. No hasta el punto de dejar de leerlo, pero sí lo suficiente como para no leerlo de noche (en serio, es que no os imagináis lo que me afectan estas cosas). Tiene la estructura de cuento tradicional y creo que puede quedar excepcionalmente bien de forma oral (lo que me anima a comprar algún versión en audiolibro pero... de momento no). Es algo que empiezo a pensar que es más el estilo del propio Gaiman que nada, pero hasta que me lea un par de libros más suyos no podría prometer.



Pero vamos a hablar de la novela en sí.



Coraline es Coraline. Sé que es una estupidez en si misma pero por algún sitio tengo que empezar y el personaje de Coraline es en el que se basa la historia. Bueno, en realidad se basa en una puerta pero... ¡No, no que cambio de opinión y la trama gana la pelea de qué importa más! Aquí la que manda es ella, ¡su nombre está en el maldito título, es el título! Coraline es un personaje de la leche. Es genial. Lo tiene todo para ser la heroína arquetipo que me gustaría que existiese. En serio, si muchas de las novelas intantil/jovenil/YoungAdult/Loquesea primero se leyesen Coraline y luego se preguntasen :"Hmp, ¿cómo de bien se llevarían mi heroína principal con Caroline? ¿En cuánto se parecen?" estoy seguro de que hay muchas que no llegarían a la novela o que recibirían cambios sustanciales. Coraline es divertida, curiosa, valiente, inteligente... Y es una niña pequeña, y mete la pata, y se equivoca y comete errores y necesita ayuda a ratos porque no puede solucionarlo todo ella mágicamente. Es que es un personaje que me creo. Es coherente, es un héroe común. Es un libro genial para leerle a niños 8-10 años y que quieran ser como Coraline. Y qué demonios, no solo a niños. ¡Yo también he querido ser un tercio de lo valiente que era ella varias veces a lo largo del libro! No sé cuántas veces estaba pensando "Yo no entraría ahí, Yo eso no lo hago ni loco. Como se nota que no tiene miedo porque yo eso no lo hago ni de coña.". Y todo esto sin perder verosimilitud. Hablaría de como los secundarios son chulos, y todos tienen un papel, y sus contrapartes son genialmente horribles... Pero es que da igual. Coraline es un motivo en si mismo para leerte... bueno, Coraline. Espero que tenga más sentido ahora que cuando empecé el párrafo.



La trama está muy bien. A ver, con sentido. Es un libro infantil, o por lo menos orientado a ese público. La trama no es compleja. Pero no es sencilla. Sinceramente, con el último nudo probablemente supere en giros a El Dios asesinado en el servicio de caballeros. Pero tiene buen ritmo, y no da tiempo a aburrir porque se desarrolla a paso ligero. Se disfruta bien. Pero lo más importante del libro no es la novela sino, rivalizando con la protagonista, es el ambiente.



La ambientación que se genera, la sensación de angustia y de que todo es tan creepy y extraño, es enorme. Te atrapa y hace que te cueste respirar. No solo por la narrativa, que es potente y sabe de sobras qué está haciendo, sino porque las ilustraciones aparecen de la nada para acabar de clavarte un poco las uñas.



En serio, acabo de ver mientras hacía la reseña que el ilustrador también hizo una de las últimas ediciones de The Graveyard book y es posible que aumente puestos en la lista de pendientes solo por eso. Pero es que todo el pequeño universo que se crea en este libro está tan bien hecho... No porque te den incontables detalles y esté trabajado de forma minuciosa para crear una sensación de inmersión total con la arquitectura del universo, sino porque todas las piezas que se le entregan al lector combinan perfectamente. Hace poco escuché una frase de una escuela de cine que es: "No line is worth a scene, no scene is worth a movie". En algunos libros de fantasía se pierden en ahogarte con detalles de un mundo que no vas a explorar más allá (es parecido pero nada que ver con lo que decía en mi reseña de El Color de la Magia donde quería toda la exposición pero no como me la daban por temas de ritmo, es un mundo con 50 volúmenes necesitas exposición). En Coraline a lo mejor porque ya lo estaba enfocando desde el principio como un cuento corto se centró menos en explicar todo y más en que todo combinase bien. 



Hay cosas que  quedan sin explicar pero eso no es lo importante. Si consigue crear un tapiz lo suficientemente denso y bien construido a tu alrededor ya está. Cuando eres niño no preguntas que le pasó al Lobo para que pudiese hablar con Caperucita, ni si los Tres Cerditos son aparejadores y solo el hermano de la casa de piedra Arquitecto superior. Este libro ha conseguido devolverme a ese estado de inocencia en el que lo aceptaba todo.



Coraline es magia pura. Da igual en qué lado del umbral lo leas.


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