sábado, 15 de septiembre de 2018

Reseña: Children of Blood and Bone de Tomi Adeyemi

★★★✩ Demasiadas reseñas en borrador como para empezar una nueva, pero hay que retomar el blog de las narices por algún sitio. Children of Blood and Bone, Hijos de Sangre y Hueso: la nueva saga de literatura juvenil que lo va a petar y todo el mundo lo sabe. Más vendido de la lista del NYTimes, lectura de verano del Show de Jimmy Fallon y libro por el que Fox pagó una cantidad estúpida de pasta para tener los derechos de la película en exclusiva muchos meses antes de que saliese el libro.
La primera vez que oí hablar del libro, aún sin saberlo, es cuando Romina Russel nos contó en Madrid a unos cuantos que una amiga suya iba a publicar una novela y que lo iba a petar y que tendría película y blabla... Chachi, pero sin más. Y unos meses después RBA le dice a los organizadores de la LitConMadrid que si quieren hacer una entrevista en Barcelona con la autora. Bibidi, babidi, bu, me cae a mí hacer la entrevista (Podéis verme hacer el ridículo aquí). Y aunque Editorial Molino nos mandó dos ejemplares de prensa sorteamos los dos en el evento (junto con muchos otros en caja coleccionista porque Molino se pasó un montón y son un amor no, lo siguiente). Pero aún así al acabar la entrevista, Tomi se encargó de que a mí me mandasen uno firmado... De la traducción al castellano. Yo como el que me leí fue el original pues es el que voy a reseñar.


Literatura fantástica épica. No he leído precisamente poco de esto como para decir que no tengo ni idea, pero estoy un poco oxidado. Lo último que he leído de fantasía solía ser mezclada con otros géneros: humor, urbana, thriller... Pero aquí volvemos a la tierra madre. Mundo nuevo, sistema de magia nuevo, y un buen viaje del héroe. Clásico, clásico.


Es cierto que parte del bombo de este libro es por los temas que aparecen: brutalidad policial, representación femenina, racismo, fascismo.... Y me parece relevante mencionar que están, pero no entran en mi reseña. Están ahí, si buscas algo relacionado con esos temas y por algún lado has escuchado que en este libro aparecen, pues sí. Puedes echarle un vistazo porque estar, están, y bastante bien. 
Pero esto es fantasía y lo que yo personalmente busco como lector es un mundo bien construido, un sistema de magia sólido (si hay) y una buena historia protagonizada por unos personajes que no sean planos.

Así que empezamos con Orïsha. Más o menos. Hay una cosa que tiene este libro muy en su base pero que si no conoces las influencias no lo ves. Hace mucho tiempo las cuatro naciones vivían juntas en armonía... Sí, este libro es Avatar. Como dice la propia autora es Africa: The Last Airbender. El mundo de Avatar es muy rico en su mundogénesis. Y parte se traslada a este libro. Los animales, la mitología (aunque en vez de ser oriental es obviamente africana), la cultura... No es como Avatar en el sentido de que tenga todos los paralelismos del mundo (aunque los hay) sino en cómo está creado el mundo. Y eso se hizo de forma increíblemente similar. O por lo menos me da esa impresión. No es una queja per se, pero puede que el mundo me resultase tan atractivo porque remitía a otras cosas que sé que me gustan de forma muy directa. Y no es un mundo tampoco increíblemente explorado. Para mí en su estado actual es un poco tosco y espero que mejore en el resto de la trilogía porque tiene huecos. Y algunos muy gordos. Aún hay tiempo a taparlos, porque tampoco eran relevantes para la trama del primer libro, pero yo por lo menos noto que están ahí. No me da la misma sensación como cuando un autor tiene un mundo enorme y te lo muestra poco a poco. Me parece que hay mucho, en lo que al mundo se refiere, que tiene en el aire y tenía planeado pulir eventualmente. El trasfondo previo a la novela es más que suficiente (aunque luego genera preguntas que espero que responda en algún momento), pero sí que cae un poco de del lado de la exposición a dolor en la primera parte de la novela. Es un mundo rico y del que quiero seguir viendo cosas porque tiene toda la pinta de que tiene una gran capacidad de crecimiento.  

El sistema de magia... Tiene problemas. No es malo, pero yo como lector le encuentro fallos de planteamiento. A ver, tampoco son fallos porque eso implicaría que se contradice a si mismo o que el autor intenta colármela por algún punto. Pero cada día me molestan un poco más los sistemas de magia tirando a blandos. Porque siento que le da demasiado margen al autor para hacer Deus Exs. A lo mejor es porque hay una parte de mí a la que le gusta demasiado que todo tenga normas y esquemas y saber exactamente por qué Fulanita es más poderosa que Menganita. No necesito saber el nivel que tienen todos los hechizos que se usan en la novela para hacer una comparativa como en las antiguas de TSR que se basaban en mundos de Dragones y Mazmorras y sacaban de ahí sus sistemas. Pero cuando Hermione le dice a Harry que él es más poderoso... Pues yo me descojono por ella en la cara de Harry, en Hogwarts como institución educativa y en Dumbledore como director. Porque todo lo que tiene que hacer Harry es de repente sacarse algún poder de El niño que vivió y efectivamente puede parecer que es más poderoso y tú lo tienes que aceptar.
Y aquí no me pasa lo mismo... pero. Pero porque aún no ha pasado. Y a mí me da la sensación de que se está dejando suficientes puertas abiertas como para poder recurrir a eso si hace falta. Y también sé que apenas hemos visto un pequeño fragmento de todo el sistema de magia y en ese sentido (y es lógico puesto que es parte de la construcción del mundo) aún hay cosas en el aire (todavía más). Y nos han dado, si no normas, sí directrices; guías, sobre cómo va a funcionar a gran escala. Pero para mí no son suficientes. A lo mejor es cosa mía porque no me gusta que se use la palabra Magia como este concepto genérico, abstracto y opaco del que tú no sabes nada, los personajes no saben nada, y nadie sabe nada. Que aquí por suerte no pasa, hay información sobre la magia y de dónde viene y a dónde va y tiene capas. Pero no muchas. Y el lo hizo un mago está un poco demasiado en la superficie para mi gusto.


Así que nos quedan personajes y trama. Y vamos a mezclarlo un poco, porque la trama la generan las interacciones entre los personajes (más o menos). La trama no es complicada. No es simplista, pero es un viaje del héroe por etapas al más puro estilo fantasía clásica. Ejemplos parecidos: El Señor de los anillos, Eragon, Crónicas de la Dragonlance, El Nombre del Viento... Una estructura más que probada. Pero para hacerla un poco más personal se nos meten un par de características diferentes. La primera: narración por punto de vista. No es algo completamente novedosos pero noto que se usa mucho más desde que el amigo Martin quiso darle un gran eslogan a las empresas de calefacción. No me gusta especialmente la técnica porque por lo general es fácil caer en el caos narrativo (y hay veces en las que aquí también tardas en situarte), pero no la aplica mal. Y sí que puedo considerarla necesaria porque hay un punto de acción que ocurre de forma distante y es relevante para la novela, aunque no imprescindible por cómo acaba. ¿Qué nos aporta este sistema de narración? Saber qué personajes valen la pena y cuáles valen medio duro. Que a ver, todos los personajes son como mínimo decentes (menos uno que es para darle de comer a parte pero hay un Sokka en cada grupo). La mejor, de lejos es Amari. Y creo que no va a dejar de mejorar hasta ser la mejor de toda la saga de lejísimos y sin discusión alguna. Pero aunque varios personajes no brillan exactamente, y los terciarios sí que cojean, tanto los principales como los secundarios tienen algo de profundidad como mínimo y tienden a tener suficiente como para considerarlos personajes abiertamente buenos. Es otra de las áreas del libro donde más recuerda a Avatar también. Algunas cosas demasiado directamente para mi gusto (ejem, animal mágico de transporte, ejem), pero es un toque que en conjunto ya he dicho que me gustaba para el libro.

Parece que mi nota y mi reseña van por separado. Yo con lo férreo que tiendo a ser con ciertas cosas lo meto en las baldas de arriba de mi estantería pero luego en la reseña le pongo un montón de pegas. Pero es que la mayor parte de mis pegas realmente es un no sé qué va a pasar con estas características del libro porque es muy dependiente de los próximos volúmenes. Entiendo que en una primera novela de fantasía el autor tampoco quiera derramarle por encima al lector un montón de datos y características. O amplias la novela o sí que tienes que empezar a hacer info dumps de los mortales. Ha dado lo suficiente como para que funcione la trama y el mundo sea personal y no algo genérico. La trama funciona y los personajes también. Fin. Como autora consigue centrar tu atención no solo para terminar este libro sino que también hace que mires al siguiente con ganas (yo tengo mis teoríoas por ahí pululando de ciertos temas). Pero en el segundo muchas de estas dudas que tengo sobre el mundo y el sistema de magia tienen que resolverse. El lector ha decidido ya que tiene interés en el libro no solo como para acabárselo; quiere volver a Orïsha y conocer más del mundo. Ahí sí que la hipótesis de que no ha dado toda la información se caería y con ella el libro. Así que con la nota he decidido ser optimista. Que las dudas y pegas que tengo se van a solucionar en las siguientes partes, la trama va a aumentar un nivel de profundidad y Orïsha se va a convertir en el imaginario popular en un mundo tan incónico o más que Panem o Alagaësia

No puedo esperar a la continuación, Africa: The Legend of Zélie pero me voy a quedar sin referencias a Avatar de cara a la tercera parte muy probablemente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario