lunes, 19 de marzo de 2018

Reseña: The Martian de Andy Weir

★★★✩ Vale, tenemos ciencia ficción. Ciencia ficción de la buena. ¡Y con adaptación cinematográfica como bonus! Es un género que me encanta y que siento que tengo sub-explorado. Sí, he leído algo de K. Dick, algo de Asimov, empezado a Douglas Adams... Pero es un género tan grande y tan denso que, aunque tenga todas las ganas de explorarlo, siento que me queda grande. Pienso en Dune, en toda la saga de la Fundación, en Time Patrol... A ver cómo lo explico. En Fantasía siempre estoy cómodo. Puedes cambiarme de universo, de leyes, de sistemas y de mitología; podemos saltar de la Tierra Media al Londres de Neverwhere (reseña incoming) y es como si no hubiese salido de casa. No tienen casi nada que ver, pero esa base que lo conecta se me hace tan familiar y a la vez no me cansa. Es raro. Supongo que estoy tan acostumbrado a la suspensión de la incredulidad típica del género fantástico que para mí casi es una suspensión permanente. Pero la ciencia ficción tiene otras reglas. El ejercicio mental que tengo que hacer  me encanta, lo prometo, pero tengo que hacerlo conscientemente. Sí, se que cuanta más lea más fácil va a ser, como todo. Pero hay que saber por dónde empezar. 

Y nos viene el amigo Andy Weir con The Martian. Un libro que ha conseguido que ese pseudo-esfuerzo que tengo que hacer con la Ciencia Ficción sea prácticamente nulo. Y no lo hizo a costa del libro en sí, lo hizo además de escribir un libro genial. ¿Cuales son las mejores cosas de The Martian? La ciencia y el protagonista. Así de sencillo. Sí, me estoy escuchando y suena un poco genérico; "Lo mejor de este libro de ciencia ficción es la ciencia, yu-freaking-hu". Pero es más raro de lo que parece.

Como me voy a enrollar con la parte cientificiosa voy a hablar,primero, del personaje. Un libro como este sin un buen protagonista se hunde. Se hunde irremediablemente da igual lo buena que sea la ciencia, la premisa, la ciencia, la ambientación, la trama, la ciencia, o el marketing editorial. Si el personaje principal no ayuda y rema a favor, toda la nave (espacial) se hunde. ¿Quiere decir eso que Watney entra en la repisa de mejores personajes de mi vida? No. Pero es un buen personaje. Es una jodida persona normal (muy inteligente, y con preparación y X carreras) cuyo único rasgo principal es no perder la cabeza y solucionar un problema tras otro. Es el maldito arquetipo del ingeniero sin disfuncionalidad emocional. Tal cual. No es un maldito tipo perfecto: tiene un ego bastante alto a veces, y es un poco marisabidillo y todo lo que tu quieras. Pero a mí eso lo único que me dice es que es humano. Es un personaje con su profundidad, con sus habilidades y sus características positivas y negativas. Es un tipo que me ha caído bien (tiene un humor bastante chulo en algunas escenas); pero por encima de todo es un personaje que me he creído. 

Vale, y ahora agarraos bien porque nos vamos a meter en la madriguera del conejo de Tesla. La ciencia.

Pensad en un libro de Ciencia Ficción genérico. Yo para explicarme mejor voy a pillar un clásico que todo el mundo debería leer: Yo, Robot del eterno Isaac Asimov. ¿Qué hace que sea ciencia-ficción? Nos presenta un mundo futurista (para el autor en tiempo y tecnología, para nosotros solo en lo que a lo tecnológico se refiere) en el que la humanidad ha conseguido crear inteligencia artificial. Auténtica inteligencia artificial. De ahí se destila el tema principal del libro, si ellos son robots pero son conscientes qué los diferencia de nosotros, blablabla. En ningún momento se nos dice cómo se llegó a ese punto. Es decir, teóricamente es posible que lleguemos a ese estado de desarrollo, pero el autor no nos da ninguna hipótesis de cómo llegaríamos hasta ahí. Se nos pide que hagamos un salto de fe bastante grande; no llega a ser tanto como en una novela fantástica, pero sigue estando ahí. Y luego tenemos The Martian. Aquí la jodida suspensión de la incredulidad es un orden de magnitud entero más pequeño que con Yo, Robot y ya os podéis imaginar cómo es con respecto a Fantasía. En este libro hay ciencia. Ciencia pura y completamente al alcance de la humanidad, si no ahora, en no tanto tiempo. Y te lo explican todo. Y me lo creo. Seguro que me vendrá alguien diciendo "Ejem, lo del propulsor de argón se ha demostrado que no podría funcionar porque mimimimi..."; pero me da igual. Es teóricamente posible. Seguimos en el género de la ciencia-ficción. Que me lo crea a un nivel tan visceral es todo un logro.
A lo mejor es que mi parte de Ingeniero a veces mete algún coletazo en la tumba en la que lo enterré, pero eso me ha encantado. Siento que he aprendido cosas con este libro. No se mete en berenjenales (más bien patateras ¡ja!) a la hora de proponer soluciones a los problemas y es posible que sea el libro con una resolución de desafíos mejor hilada que he leído en tiempo. Las soluciones son creativas y siempre están ahí, nunca se las sacan de la manga (cierta maniobra excluida). Es decir, que nunca he notado la presencia de un Deus Ex Machina, quizás lo contrario y puede que se apoye un poco en Diabolus Ex Machina para proponer conflictos nuevos, pero tampoco lo tengo muy claro. Es decir, no me parecían forzados, y conflicto tiene que haber... Pero es la sensación que puede dar cuando es la historia de una persona contra la naturaleza. 

¿Quiere decir esto que es un libro que le voy a recomendar a todo el mundo porque es perfecto? No. La trama es Robinson Crusoe pero en Marte. Eso lo tenemos que tener claro. A nivel de trama no aporta nada nuevo. Sí que consigue transmitir la sensación de angustia necesaria en los momentos clave pero eso lo achaco más a la pericia narrativa a nivel de ritmo y sucesión de escenas (muy correctos ambos) que a que se haya sacado algo novedoso en el campo de la trama. Y la ciencia que a mí tanto me encanta puede que a algunas personas se les haga pesada o se la quieran saltar si no les interesa lo más mínimo; y entonces este libro, simplemente, no les va a ofrecer nada.
The Martian según xkcd.com
Y como de este libro se creó una adaptación cinematográfica pues toca hacer una pequeña comparación. Y por si acaso no quieres que te condicione la película también, o no te la has visto pero sí que te has leído el libro voy ocultarlo para que no sientas que te la he estropeado a traición. Porque sí, porque soy así de amable. Pero en resumen, buena película para ver tanto si se ha leído el libro como si no.

Bien, la película. Lo primero que quiero decir es que sí, me ha gustado. Creo que es correcta como película independiente del libro y como adaptación. No creo que falle en ninguno de esos niveles, y solo por eso si te ha gustado el libro merece la pena verla; o si tienes a alguien cerca con quien quieras comentar la historia pero que sabes que leerse el libro entero le puede dar pereza a lo mejor es una forma de que se enganche, porque sí que es cierto que la película es más light. Dado que lo que principalmente llama de este libro es la ciencia, que la diluyan tanto en la peli duele un poco. Entiendo por qué lo han hecho; rompería en muchos casos el ritmo y puede saturar a un espectador que solo ha venido a curiosear, y no se lo echo en cara (demasiado), pero duele un poco que tantas cosas chulas se hayan quedado en el tintero. Y un gran punto a favor que tiene la película (incluso sobre el libro) es la banda sonora. Es cierto que si cuando estás leyendo el libro te vas poniendo las canciones que te nombran queda super bien y están muy bien escogidas por el autor, pero es que en la película te las ponen ahí directamente y me ganó de pleno. No sabía lo bien que encajaban hasta que lo tuve delante. La actuación de los diferentes actores es bien, algunos mejores que otros, pero nada demasiado salientable (ni para bien ni para mal). Matt Damon hace un buen papel. Los efectos especiales no te van a deslumbrar cuando tienes en cuenta lo que tenemos hoy en día, pero me los he creído. Han hecho un Marte espectacular.

Bueno, esto es todo. Es un libro que probablemente me relea en algún punto futuro. Pero no en ningún momento cercano. Porque, en serio, es leerlo e ir a la cocina solo para ver que sí, sigo teniendo patatas. De repente me dan ramalazos inexplicables de cariño hacia ellas. Como si me fuesen un bien de valor cuasi-infinito. Lo cual no es del todo mentira. ¡Recordemos que se pueden convertir en vodka!

No hay comentarios:

Publicar un comentario